Si bien es cierto que en muchas ocasiones, las personas a las que brindamos nuestros servicios, ya intentaron solucionarlo por su cuenta y NO pudieron, normalmente se debe a las causas siguientes:
1.-Porque NO saben (desconocimiento de la información... dependencias, formatos, detalles, tiempos, documentación, etc.).
2.-Porque NO pueden (permiso para ejercer la actividad... cédula profesional, perito responsable de obra, etc.).
3.-Porque NO quieren (prefieren contratar a la persona adecuada... a perder su tiempo y su dinero).
También es cierto, que al transcurso o al finalizar el servicio brindado, la mayoría de éstas personas quedan satisfechas y en muchas ocasiones nos recomiendan (a sus conocidos), por problemas similares.
Todos los trámites se concatenan y tienen lógica en cuanto a sus tiempos y su jerarquía, muchas veces son trámites que duran mucho tiempo lo cual no necesariamente quiere decir que para iniciar una obra deba transcurrir todo ese tiempo, por el contrario, previo al inicio de una obra se realizan diversos trámites, durante el transcurso de la misma se realizan más trámites, y al finalizar ésta se deben hacer los trámites últimos.
En diversas ocasiones los clientes nos buscan cuando "les cayeron" inspectores y/o supervisores (autoridades) de las instituciones y requieren de un profesional que les "ponga en regla la obra". Cuando en realidad debiese ser que antes de iniciar una obra se realizaron los trámites correspondientes, ya que al final los trámites son impostergables, y el no hacerlo causa las multas correspondientes.
Cabe mencionar que independiente del tipo de obra, las autoridades presentes en el desarrollo del trámite corresponden a más de una dependencia -DGOUR, IMSS, CFE, CMAS, etc.- y, muchas veces a más de un orden de gobierno -municipal, estatal, federal-, las cuales por normatividad interna (obligatoriedad) comparten la información entre ellas.
Otra situación que SE DA, es encontrar clientes que contratan a un profesional para obtener los permisos correspondientes, y luego se quieren hacer del control de la obra -despidiendo al profesional-, sin embargo es bien sabido que ésto aparte de ser una falta de ética y/o moral, también es contraproducente al paso del tiempo.
Primera, uno como DRO -director responsable de obra- tiene la obligación de notificar cualquier cambio -de domicilio, de proyecto, de responsable, etc.- so pena de incumplir la reglamentación y ser sancionado. Segunda, en las mismas leyes están tipificadas las sanciones no sólamente por NO existir el responsable de obra, sino por las diversas actividades faltantes que conllevan la inexistencia de ese profesional; en diversas ocasiones el propietario da por entendido que los trámites están cubiertos y NO es así, faltan otros trámites al concluir la obra, los cuales por desconocimiento se omitirán -a veces por años-, sin embargo generarán multas retroactivas.
Es preferible hablar con la verdad y evitarse una desagradable experiencia, al final la verdad sale a relucir y a las personas nos conocen por nuestros actos, difícilmente uno puede caer en el hecho de falsear la verdad, cuestión que en muchos casos algunos profesionales con tal de obtener el cliente pueden incurrir.
¿Quieres que tu casa/comercio/etc. se vea distinto a los demás? ¿Quieres que cuando estés al interior de tu hogar la estancia sea agradable -iluminada, ventilada, espaciada, etc.-? ¿Quieres aprovechar cada rincón de tu terreno al momento de construir? ¿Quieres construir en partes -diversos momentos- y que cuando lo hagas empalmen cada una de las partes? ¿Quieres que al momento de ampliar tu casa NO tengas que demoler algo construido?
Recuerdo una experiencia que tuve con un cliente, el cual tenía un terreno en pendiente -10m x 20m, inclinado en negativo al frente, bajaba 2m-, y deseaba dejar un espacio al fondo -10m x 5m- primero para jardín, para después transformarlo en una alberca, y me preguntaba -¿Eso se podrá?-. Finalmente se incorporó en el proyecto, para después comenzar la obra. Un día visita la obra -cada semana asistía- y nos encontró probando las pendientes de los registros sanitarios -esto es, vertiendo agua al último registro y viendo cómo fluía el agua en cada uno de los demás registros-. No hay palabras para expresar lo maravillado que estaba al presenciar cómo el agua vertida en el último registro ubicado en el jardín posterior llegaba al registro de la entrada principal, siendo que el agua fue vertida 2m abajo del nivel de la fachada. Son detalles insignificantes o cotidianos para uno como profesional, pero para una persona lega en el tema, es el motivo por el cual te busca.
También recuerdo en otra obra, donde en el proyecto se definió el área diurna -estancia y comedor- como una "hipérbole" -dos líneas curvas-, y durante el trazo del espacio con el maestro albañil y un ayudante, estaban marcando con cal las curvas producto de colocar una varilla curva en el terreno, y les pedí en diferentes momentos que movieran dicha varilla, el ayudante me miraba extrañado, no entendía lo que hacían y porqué lo solicitaba. La realidad es que aquella figura retorcida más que un capricho era producto de una necesidad dándole un toque estético, esto es... al principio el espacio diurno -estancia y comedor- diseñado era una caja de vidrio rectangular -el terreno estaba en un fraccionamiento y las vistas se prestaban para ser observado y también ver el panorama-; después se giró un poco -hacia ese ángulo existía un área verde del fraccionamiento-; al hacer el giro acortamos el jardín interior, por lo que fue necesario ampliarlo -por ello el lado recto se convirtió en curvo-; una parte del terreno se debía respetar -se ubicó una cisterna debajo del espacio diurno, la cual recibiría el agua de lluvia de la cubierta del mismo; etc., etc.
En otra obra, la cual eran unas casas muy sencillas -interés social-, por las condiciones económicas que primaban, se pretendió darle un carácter distinto a las viviendas finales sin menoscabar el asunto económico. Por lo que se generaron ahorros en diversos aspectos, lo que permitió hacer detalles muy simples que le daban una apariencia distintiva a la construcción, independiente de la ubicación de las casas. Esto es, primeramente diferenciamos los espacios servidores (estancia, comedor, cocina), de los espacios de servicio (acceso, escalera, chimenea, medio baño), éstos últimos agrupados al costado izquierdo a lo largo de la vivienda; el acceso se encontraba trampeado para no permitir la vista al interior con la puerta abierta; en las escaleras colocamos dos nichos uno en cada curva, uno para iluminación, y el otro para el tiro de una chimenea -esta chimenea se ubica abajo de la escalera, el tiro pasa escondido por la escalera y funciona muy bien; los principios están en los libros, pero NO existe como tal en los libros, sólo que la práctica enriqueció a la teoría-.
En otra ocasión, platicando con el propietario le sugerí utilizar al interior de la ducha de un baño piedritas de río en sustitución del piso antiderrapante, cuestión que le agradó y nos permitió experimentar. Después de varios fracasos se logró colocar esto, con la pendiente adecuada al flujo de agua, con la adherencia correcta y con la combinación idónea a los materiales trabajados. Finalmente el experimento fue un éxito -el cliente me dijo que sentía masajes en los pies y era relajante para él-, al grado que lo coloqué en mi baño personal, para después repetir el experimento en una docena de viviendas.
Puedo hablar de múltiples experiencias en cuanto al diseño en los proyectos, lugares que carecen de iluminación artificial durante buena parte del día -por la excelente iluminación natural-, y de la ventilación natural -que les permite ser frescas en tiempos muy cálidos-. De jugar con los pisos cerámicos y otras texturas, de acuerdo a si se trabaja en el interior o en el exterior. Del uso de materiales pétreos más que de acabados novedosos -industrializados-. Cosas que uno observa, sea en otras partes o en la naturaleza misma, pero que están allí, siempre han servido, sólo que uno los reemplaza por la novedad de los productos industrializados que tienen mejor apariencia -cuestión que es fácil de adquirirla, con la ayuda de un trabajador laborioso y las indicaciones adecuadas-.
Todo ello, dudo que se pueda lograr sin la ayuda de un profesional -ojo, hay profesionales que tampoco lo logran, sólo una persona observadora de los detalles y sensible al gusto y tacto por los espacios-. Lo cual, en la mayoría de los casos, genera un valor agregado a las construcciones... recuerdo un cliente de un arquitecto amigo, que siempre recurría a él, ya que al vender sus propiedades le aceptaban pagar más por éstas, dado lo sobrecogedor de los espacios. Eso es un valor intrínseco que no todos están dispuestos a pagar, aunque aprecien el valor del mismo.
¿Qué pensaría si supiera que la piedra utilizada se compró como escoria -sobrante- y lo que hace verla con valor -hermosa, estética, geométrica-, es la manera en que está repartida cada pieza, los colores utilizados, así como la mezcla entre los materiales utilizados. Para colocar cada uno de éstos materiales hay que analizar dónde se van a utilizar -exterior o interior; cómo se comportan con la lluvia y el sol-. Si bien estéticamente funcionan los materiales -muchas personas repiten lo que ven en revistas-, la realidad es que los materiales son como las plantas, no se pueden sembrar en cualquier ambiente -hay materiales que "chupan" bastante el agua, otros que NO se adhieren con facilidad, otros que con el paso del tiempo pierden sus características primordiales, otros que en un principio son caros pero con el paso del tiempo son bastante económicos por la falta de mantenimiento, etc.-.
Muchas veces el tiempo requerido para ejecutar un trabajo de albañilería implica un tiempo mayor al pensado, a veces se requieren de actividades que "no se ven" para obtener la calidad correcta -a veces se tarda más en el acomodo o diseño previo a la colocación o ejecución del trabajo, como si se tratara de hacer una losa de entrepiso cuyo cimbrado es indispensable y termina siendo algo efímero-. Por ello es necesario colocar a la persona adecuada en la actividad adecuada y no guiarse por los tiempos o costos -muchas veces tomarse su tiempo es más económico que volver a realizar el trabajo-.
¿Qué pasa cuando uno mezcla un elemento pétreo con un material industrializado -como el aluminio o el vidrio-? ¿Quién determina si se requiere de un espacio de transición o un elemento de acoplamiento visual que articule toda la arquitectura -como si se tratase del uso de puntos y comas, de palabras conectoras en una oración-? ¿Funcionan bien los distintos materiales usados o requieren una observancia -un cuidado-, en particular -el concreto elimina la capa de acabado en el aluminio, el calor de la soldadura ablanda al concreto y también quema a diversos materiales-? ¿Por dónde se comienza a colocar el piso cerámico -cómo evito los pedazos-? ¿Con qué puedo experimentar o dónde debo hacer lo que ya sé hacer?
Lo que se construye también convive con lo ya construido -con los vecinos cercanos y lejanos-, con los transeúntes, con los habitantes y visitantes. No se puede soslayar ésto, ya que en ello reside el éxito de lo que se construye, se realiza para seres humanos, para personas no para "salir en la revista". El fin último es mejorar la calidad de la vida.
¿Sabes la proporción que se requiere para lograr el concreto armado utilizado para la losa de entrepiso de tu casa? ¿Sabes lo que ocurre al paso del tiempo, cuando al momento de colar la losa de azotea, la obra se detiene por falta del concreto -no llegó el camión/trompo a tiempo-? ¿Qué le ocurre a una cisterna prefabricada enterrada en su lugar -confinada con su muro correspondiente-, cuando está vacía y empieza a llover a cántaros y el agua penetra entre la cisterna y el muro-?
El construir una obra o más bien administrar una obra es un arte en sí, estamos hablando de dirigir a trabajadores en cada una de las actividades correspondientes, tenerles el material adecuado en el momento adecuado -no antes, no después-; el estar al pendiente de lo referente a las instituciones -CFE, CMAS, IMSS, etc.-, el tener las actividades adecuadas sea para tiempos de seca o tiempos de lluvia, sin menoscabar en los avances correspondientes -no vale detenerse por falta de material en un día soleado y, querer trabajar bajo la lluvia por la necesidad de terminar a tiempo, se deben tener diferentes frentes de trabajo-.
Si bien es cierto que pueden haber muchas actividades y subactividades, así como distintos tipos de obras, donde las indicaciones se contradicen -quizá esto pueda ser pensado por alguien lego en el tema-, sin embargo la cuestión radica en saber dirigir bien una obra y eso, mi estimado lector NO viene en un libro ni se aprende en la universidad -en la escuela nos dan un acercamiento y casos aislados-, eso se aprende cometiendo errores que uno subsana y no durmiendo -literalmente- por preveer lo que pueda ocurrir. Si alguien le dice a Usted, eso cualquiera lo hace, lo invito a que medite sus palabras y le haga las preguntas adecuadas antes de que invierta su dinero y ocurran eventos desafortunados que lo conduzcan a perder parte de su capital -y en ocasiones, sin que usted lo vea-.
Ya no hablemos de la experiencia en cuanto a las proporciones y materiales requeridos en determinadas obras... ¿cómo saber si están utilizando todo el material comprado -si piden lo justo de material, o piden de sobra-? ¿Quién verifica si el ritmo de trabajo es el correcto, si los trabajadores están avanzando como debe de ser o están aletargando la conclusión de la obra -por fines personales-?
Si bien, en mi haber he construido múltiples obras, la realidad es que he aprendido más, sobretodo observando los errores de otras personas -además de la actividad constructiva, también superviso y audito obras, en mi haber he recorrido infinidad de obras, las cuales me muestran un panorama muy enriquecedor, que si algún día decido incursionar a la docencia, espero dar un curso que hable de lo que NO SE DEBE HACER, eso sería de ayuda a la profesión-.
Construir una obra arquitectónica -casa habitación, comercio, escuela, hospital, etc.- NO es igual que construir una carretera, camino u obra civil, en el primer caso se pueden observar cien conceptos o más -excavación, cimiento, castillos, muros, cadenas, losas, etc.-, mientras en el segundo caso se observan de una a dos decenas de conceptos repetidos hasta la infinidad, son actividades distintas. Por ello le invito a que también lo analice al momento de contratar a un profesional.
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